El
otro día envié un correo a mi madre. Le pregunté y me dijo que no le
había llegado nada. Ambos teníamos la conexión funcionando y podíamos
recibir correos de otras personas.
¿Qué había pasado? Pues que mi madre había marcado por error mi mensaje como No deseado. Mi mail había ido derecho a la bandeja de spam.
Esta es solo una de las razones por las cuales un correo no consigue llegar a nuestra Bandeja de entrada. Vamos a ver los diez motivos más habituales y cómo se solucionan...
1. No hay conexión a Internet
Sin conexión es difícil que te llegue correo. Outlook y Thunderbird
mostrarán errores genéricos (fallo al comprobar el correo entrante) y el
correo web dejará de responder o se cargará en blanco.
Los motivos por los cuales la conexión puede fallar son tantos que
merecerían un artículo aparte, pero, por si las moscas, prueba uno de
los siguientes remedios:
- Usa el Asistente para solucionar problemas de red de Windows
- Reinicia el router y comprueba cables o la intensidad de la conexión Wi-Fi
- Si tu PC acaba de pasar por una infección de virus, repara la conexión
- Cambia tus DNS por otras más rápidas (como las de OpenDNS o Google)
2. El correo está mal configurado
Si no recibes el correo en Outlook, Thunderbird u otros programas,
puede que la configuración que insertaste sea incorrecta o la hayan
modificado. Busca los datos de configuración de correo entrante (POP o
IMAP) de tu proveedor de correo electrónico.
El Asistente de configuración de Thunderbird ahorra muchos quebraderos de cabeza.
3. Marcaste al remitente como spam por error
Puede pasar que, sin querer, marques un correo perfectamente válido
como spam; eso hace que los siguientes mensajes del remitente vayan
directos a la bandeja de correo no deseado.
Comprueba la bandeja de spam y marca el mail como válido.
4. Bajaste el correo en otro ordenador
Uno de los inconvenientes de usar programas de correo frente al
correo web es que el correo, en ocasiones, se baja definitivamente al
disco duro, desapareciendo del servidor para siempre.
En las propiedades de tu cuenta de correo de Outlook y Thunderbird,
puedes pedir que el correo se deje en el servidor. Si usas IMAP, no te
preocupes: siempre quedará una copia.
5. Pasaste mal tu dirección de correo (o la escribieron mal)
Ah, las direcciones de correo, esos galimatías difíciles de dictar
por teléfono. Que si guión bajo, que si puntos, que si guión alto, la
arroba o el puntocom... Al final, es inevitable cometer un error.
Llama a la persona de la cual esperabas un correo (o envíale uno)
para preguntarle si escribió correctamente tu dirección. Si ha recibido un correo devuelto, ¡bingo!, significa que la dirección era incorrecta.
6. Un alias de correo ha caducado
A veces, por motivos de practicidad o seguridad, damos de alta redirecciones de correo o alias,
esto es, direcciones falsas que reenvían los mensajes al buzón
auténtico. Si estos alias caducan o se eliminan, los correos jamás
llegarán a destinación. Si no recuerdas haber creado uno, consúltalo con
la empresa donde trabajas.
7. Se lo comió el antivirus (o el programa de correo)
Si el correo que ibas a recibir salió de un ordenador infectado por
virus, lo más probable es que el servidor o tu programa de correo
detengan el mensaje sospechoso o lo etiqueten como infectado. Recomienda
al remitente un buen antivirus.
Por otro lado, hay extensiones de archivo que suelen rechazarse a la
hora de enviar adjuntos. Casi ningún servicio de correo, por ejemplo,
permite adjuntar ejecutables (EXE, PIF, COM) o archivos potencialmente dañinos (como los REG). Para permitir su descarga, prueba Attachment Options.
8. Hay un filtro de correo que interfiere
Los filtros avanzados
(o reglas) clasifican el correo por ti. Así, por ejemplo, los mails de
ese amigo tan pesado irán todos a la bandeja "Pesados" sin que los veas
en la de entrada. Pero ¿qué pasa si olvidas que la regla estaba ahí? Si
usas filtros, una búsqueda en todo el correo o la revisión de las reglas activas te quitará de dudas.
9. Entrega retrasada (¿has enviado un archivo grande?)
A pesar de viajar a la velocidad de la luz, el correo electrónico no
se entrega al instante. Primero se almacena en un servidor, donde pasa a
una cola de entrega y análisis de spam y virus. Pasado el control, está
listo para ser bajado.
Si la otra persona ha enviado un archivo adjunto muy grande (o
demasiado grande), es probable que, además de una demora en la entrega,
el servidor que lo reciba prefiera devolver el mensaje. ¿Es ese el caso?
Entonces pide al remitente que use una página de hospedaje de archivos o el excelente programa DropBox.
10. ¡No has refrescado la Bandeja de entrada!
¿Le
has dado a "Enviar y recibir"? ¿Has refrescado GMail o Hotmail? El
correo suele aparecer por su cuenta, pero esto no siempre es así,
especialmente si tu conexión es lenta o irregular. Dale al F5 para ver
si ha llegado algo nuevo.
Si ninguno de estos motivos se aplica a tu situación, puede que haya
un problema con tu servidor de correo. ¿Está demasiado lleno? ¿Hay un
problema con tu proveedor de servicios? Contacta con su soporte técnico
para saber qué está pasando.
¿Te ha pasado alguna que no recibieses un correo importante? ¿Cuál era el problema?
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