Después de que le diagnosticaran cáncer de páncreas en 2003, el
cofundador de Apple, Steve Jobs, aplazó nueve meses la operación,
ignorando el consejo de los médicos, mientras trataba de curar la
enfermedad con una dieta macrobiótica especial, una decisión que lamentó
más tarde, aseguró su biógrafo.
Cuando le preguntó por qué no se operó enseguida, Jobs dijo: “Yo no
quería que abrieran mi cuerpo”, según una entrevista con el biógrafo
Walter Isaacson en el programa “60 Minutes” de CBS. “Jobs se operó
finalmente cuando el cáncer se había extendido a los tejidos
circundantes”, declaró Isaacson.
Sin embargo, la enfermedad también motivó a Jobs, que murió el 5 de
octubre, para crear algunos de los más audaces productos de Apple en sus
últimos años de vida, dijo Isaacson a Steve Kroft, de CBS.
“Hablaba mucho conmigo sobre lo que sucedió cuando se puso enfermo y cómo se centró”, comentó Isaacson.
“Me dijo que ya no quería salir, ya no quería viajar por el mundo. Que
se centraría en los productos. Sabía las dos cosas que quería hacer, que
eran el iPhone y el iPad. Tenía algunas otras ideas. Creo que le
hubiera encantado conquistar la televisión”.
El libro de Isaacson “Steve Jobs” sale a la venta este lunes en Estados
Unidos. En el programa “60 Minutes”, Isaacson describe a Jobs como un
hombre dinámico, excéntrico y cruel a veces, que fue haciéndose más
reflexivo y fatalista en sus últimos años.
“Vi mi vida como un arco y que iba a terminar, y en comparación con eso
no importaba nada”, le dijo Jobs en una entrevista grabada. “Naces solo,
y te vas a morir solo. ¿Importa algo más? Quiero decir, ¿qué es
exactamente lo que tienes que perder, Steve? ¿Sabes? No hay nada”.
Jobs fue adoptado de bebé. Recuerda que siendo niño le preguntó una vez a
sus padres adoptivos por qué sus padres biológicos lo habían rechazado.
Ellos le respondieron: “No, tú no entiendes. Nosotros te escogimos
específicamente a ti”.
“Él dijo: ‘A partir de entonces, me di cuenta de que no sólo me
abandonaron. Fui elegido, yo era especial”, dijo Isaacson. “Y creo que
esa es la clave para entender a Steve Jobs”.
Siempre rebelde, Jobs pensaba que las reglas no se aplicaban a él,
manifestó Isaacson. Pasó por un período en su juventud en el que no se
bañaba con regularidad – sus gerentes en Atari le hicieron trabajar de
noche porque sus compañeros de oficina se quejaban de su mal olor
corporal – y conducía un Mercedes sin matrícula debido a que no quería
que la gente lo siguiera.
Jobs también fue budista y una persona espiritual, cuyas creencias
religiosas se vieron alteradas por su diagnóstico de cáncer, dijo
Isaacson.
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