Un
antivirus normal compara un fichero sospechoso con una base de datos de
firmas que se actualiza periódicamente. Éstas son generadas por el
equipo de desarrolladores del antivirus, el cual se asegura - en teoría -
de que el código hallado es dañino. Es un procedimiento manual y muy
costoso.
Este año han aparecido antivirus de nueva concepción. No usan bases
de datos, sino que se conectan directamente a la red de la comunidad de
usuarios para compartir y consultar las firmas de ficheros nocivos.
¿Cuál es la ventaja de esta arquitectura frente a la tradicional?
La contribución simultánea de miles de usuarios hace que las amenazas
se detecten y erradiquen a una velocidad mucho mayor. Conectados entre
ellos, millones de ordenadores conforman una auténtica "inteligencia
colectiva". Aún en desarrollo, los antivirus de este tipo suponen una
auténtica revolución.
Una mente-colmena contra los virus
Para entender el funcionamiento de este tipo de antivirus hay que definir primero el concepto de "Nube",
una palabra que se ha vuelto muy popular en los últimos años. La Nube
es una metáfora de Internet: el usuario supera los límites de su propio
ordenador para llevar a cabo acciones en un entorno descentralizado.
Aplicaciones en la Nube son, por ejemplo, las redes P2P, como BitTorrent
o Gnutella.
Un antivirus que funcione gracias a la Nube no es más que un conjunto
de herramientas de eliminación y puesta en cuarentena. Sin conexión a
Internet, estos programas son inútiles, puesto que para identificar un
virus deben enviar la huella detectada a una amplia red de ordenadores
que comparten información parecida.
Si un ordenador detecta un programa peligroso, el antivirus propagará
la muestra por la Nube de forma similar a como lo haría un programa
P2P. En pocos minutos, todos los demás usuarios tendrán la posibilidad
de erradicar el nuevo malware de sus equipos. Comparado con el tiempo
que tarda un antivirus clásico en actualizarse, el que necesita la Nube
es muy poco.
Panda Cloud, Immunet y HouseCall
Tres antivirus son los que aprovechan exclusivamente esta tecnología. Se trata de Panda Cloud Antivirus, Immunet Protect y Trend Micro HouseCall.
Panda Cloud Antivirus ha sido el primero en aparecer, y es - de
momento - el más estable y sólido, además de ser el único traducido al
español. Sorprende por su aspecto minimalista y accesible, un rasgo
compartido por sus competidores.
Con cuarentena, notificaciones en la barra de tareas y un sistema de
gestión silenciosa de las amenazas, Panda Cloud Antivirus bien podría
compararse a un misil "dispara-y-olvida". Dejado a solas, se encarga
automáticamente de eliminar cualquier tipo de fichero sospechoso.
Immunet Protect es muy similar. Creado por un antiguo programador de
Symantec (autores de Norton Antivirus), Immunet dispone también de
protección en tiempo real y escaneos a petición del usuario. En
comparación con Cloud, nos ha decepcionado por su mayor lentitud y los
ocasionales problemas de conexión.
Trend Micro HouseCall 7.0 es un producto que usa la tecnología Smart
Protection Network. A diferencia de Panda Cloud e Immunet, HouseCall no
es un antivirus residente, sino un cliente que busca virus bajo demanda.
Es ideal para limpiar un sistema infectado en caso de necesidad.
¿El antivirus para la abuela?
Los puntos fuertes de los antivirus en la Nube son evidentes: tiempos
de respuesta brevísimos, consumo mínimo de recursos y facilidad de uso.
Son perfectos para todos aquellos usuarios que no deseen complicarse la
vida tomando decisiones acerca de un fichero sospechoso. Pero no todo
son alegrías.
Un aviso - muy poco informativo - de Panda Cloud
Probándolos en el día a día, estos antivirus han mostrado una tasa de
falsos positivos más alta de lo normal. No está claro hasta qué punto
la inteligencia colectiva se calibra y corrige por sí misma. Una alarma
de fichero sospechoso puede propagarse sin filtros por una red extensa
pero, ¿quién verifica si esa peligrosidad tiene fundamento?
Otro problema considerable es la dependencia de Internet. Un
antivirus que se conecte a la Nube requiere una conexión permanente a la
Red. Cierto, es el lugar del cual proviene la gran mayoría de virus;
pero, ¿qué hacer cuando queremos buscar malware en ordenadores aislados?
La perdída de conectividad hace que estos antivirus se vuelvan casi
inútiles.
Finalmente, está la cuestión de la sencillez. Panda Cloud, por tomar
el ejemplo más popular, es extremadamente intuitivo, pero el grado de
control que ofrece es mínimo. En su defensa, podríamos argumentar que
las opciones se corresponden al limitado abanico de maniobras
disponibles, pero no compartimos del todo ese punto de vista.
Los antivirus en la Nube tienen los reflejos muy rápidos, pero su
vista es muy corta. ¿Tiene más sentido integrar sus posibilidades en un
antivirus tradicional o deben seguir su propio camino? Te cedemos la
palabra.
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