Parece mentira que hace solo 10 años, el móvil más usado en todo el
mundo fuera algo tan prehistórico como el Nokia 3410. Un teléfono con
una pantalla monocroma de menos de una pulgada, sin conexiones a
Internet, ni reproductor de MP3 ni vídeo. Ahora, nos fijamos en móviles
todo-terreno como el iPhone 4 o el Samsung Galaxy SII, con un montón de
funcionalidades que han revolucionado el panorama tecnológico.
Pero hay algo que se ha quedado atrás en esta nueva revolución industrial, y es la duración de las baterías.
Si la batería del ancestral Nokia 3410 era de iones de litio de 825
mAh, la del flamante HTC Sensation es de 1520 mAh... ¡Sólo el doble! Sí,
decimos sólo el doble, porque con la cantidad de cosas que haces ahora con un teléfono, las baterías se han quedado demasiado anticuadas.
Te damos varios consejos y te proponemos distintas aplicaciones para que saques el máximo provecho a tu móvil. Ya no sufrirás para que el teléfono te dure hasta la noche.
1. La pantalla gasta una barbaridad
Los móviles más actuales destacan por sus grandes pantallas táctiles,
que rondan las 4 pulgadas de tamaño, y que usan tecnologías como Amoled o Retina Display, que las dotan de una gran calidad de imagen, pero que se beben la batería.
Para minimizar los daños, procura desactivar el brillo automático,
ya que esa funcionalidad lleva el móvil a detectar continuamente el
grado de luz exterior para determinar el brillo de la pantalla, con un
gasto elevado de batería. Manualmente, pon el brillo de pantalla más bajo,
el suficiente para que veas la pantalla bien. Y si quieres, aumenta la
luminosidad cuando tengas que leer un texto largo o cuando estés en
sitios con poca luz exterior.
Para Android, incluso tienes una aplicación muy interesante, Screen Filter, que aplica un filtro a tu pantalla que ahorrará mucha batería a tu móvil.
2. Revisa tus conexiones
El Bluetooth, el GPS o el WiFi son conexiones que gastan mucha batería, por lo que es imprescindible tenerlas desactivadas cuando no las estamos usando.
En ese sentido, fíjate bien en las aplicaciones que usas
habitualmente que precisan de estas conexiones, y quita el acceso a
ellas si es necesario. Por ejemplo, Google Maps o Foursquare pueden
funcionar y localizar tu posición sin necesidad del GPS, ya que el
método de triangulación de celdas (a partir de las antenas de cobertura
móvil), aunque es menos preciso, es suficiente para su cometido.
Eso sí, siempre que tengas uno disponible a tu alcance, usa el WiFi, gasta menos que el 3G. Sobre todo para descargas de datos importantes (¡no te dediques a actualizar tus aplicaciones en el metro!).
3. ¿Tienes cobertura?
Uno
de los principales motivos del gasto de la batería es la búsqueda de
cobertura móvil que hace la antena de nuestro teléfono. En situaciones de poca o ninguna cobertura (el piso de abajo de un bar, la casa incomunicada de tus amigos...), tienes dos opciones: apagar el teléfono o usar el modo avión.
Con este modo, el móvil no tendrá activada la opción de teléfono (ni
llamadas ni mensajes), pero ahorrará batería al no buscar "como un loco"
la cobertura que necesita.
Lo mismo es aplicable al 3G. Si donde estás no tienes cobertura de
este tipo, ¿para qué mantener la conexión de datos? Desconecta los
datos. Tu móvil lo agradecerá.
4. Pull y Push
Nuestros teléfonos nos avisan cada vez que recibimos un correo
electrónico, una mención en Twitter o un mensaje en Facebook. Pero, ¿de
veras es necesario saber, minuto a minuto, lo que recibes y dejas de
recibir? Las aplicaciones, con tal de saber "si hay novedades", conectan
continuamente con su servidor, con un consumo de datos y de batería
exagerado (tecnología pull).
Para evitar esto, modifica la configuración de tus aplicaciones y reduce la frecuencia de las actualizaciones automáticas
o elige la actualización manual. Y si tiene opción de notificaciones
push, en las que es el servidor quien informa al teléfono de las
novedades, no dudes en activarla.
5. Bloqueo-desbloqueo-bloqueo-desbloqueo
Probablemente tú también seas de aquellas personas que tienen el tic
de mirar la hora en el móvil constantemente. El continuo encender y
apagar la pantalla del teléfono para ver la hora gasta mucha batería.
Pero sin duda, consume mucho más el desbloquear y bloquear el teléfono por cualquier tontería. Intenta controlar ese impulso, es malo para la salud de tu batería.
Los móviles inteligentes tienen una funcionalidad que, a menudo,
carece de inteligencia por su parte. El bloqueo automático. Desactivarlo
es una buena idea. ¿Cuántas veces te ha pasado de estar leyendo un
correo electrónico y que se apague la pantalla? Bloquea tú mismo el móvil cuando no lo estés usando.
6. Virtudes y defectos de los "task killer"
Los
teléfonos más recientes tienen la virtud de ser multi-tarea. Es decir,
pueden trabajar en varios programas abiertos a la vez, con lo que puedes
jugar al Angry Birds mientras el navegador web permanece abierto en un
segundo plano. Por ese motivo, acuérdate de cerrar las aplicaciones una vez termines de usarlas.
En Android existen aplicaciones llamadas "task killer" (como Advanced Task Killer),
que se encargan de cerrar automáticamente cualquier proceso abierto que
no esté en uso. Si se configura adecuadamente, funciona a las mil
maravillas, pero si dejas que trabaje arbitrariamente, será peor el
remedio que la enfermedad.
¿De verdad necesitas cerrar continuamente Whatsapp o tu widget de
información meteorológica? Te recomendamos que pongas como excepción a
tu "matador de tareas" aquellas aplicaciones que uses habitualmente, ya
que el simple cerrar-abrir gasta más que si la aplicación permanece abierta en segundo plano.
No subestimes la forma en la que trabajan los procesos del sistema de
Android, no le fuerces a cerrar tareas que necesita tener abiertas
continuamente.
7. Otras opciones a configurar
Seguramente tu teléfono tiene funcionalidades que gastan mucha batería sin que tú lo sepas. Por ejemplo, la vibración o el sonido por pulsación consumen mucho más de lo que piensas.
O que la pantalla rote automáticamente cada vez que pones el móvil
apaisado. ¿De verdad vas a notarlo si desactivas estas opciones?
Otra opción absurda que gasta mucha batería, aunque parezca
contradictorio, es el "modo de ahorro de energía". No sabemos a qué se
refieren con gastar menos energía, pero tenemos claro que dejar que el
móvil controle constantemente lo que hace y deja de hacer no es un
ahorro, sino un gasto adicional.
Lo mismo podemos decir de los maravillosos pero derrochadores fondos
animados de pantalla de las últimas versiones de Android. Sí, tu Hello
Kitty se mueve por el escritorio cada vez que la miras, muy bonito, pero
un fondo estático gastará mucho menos.
8. Fondo negro vs fondo blanco
Cuenta
la leyenda que las pantallas consumen mucha menos energía con los
píxeles negros que con los blancos. ¿Es cierto? Sí y no.
Las pantallas que funcionan con leds, como las AMOLED, consumen cinco veces menos mostrando píxeles negros.
Es muy recomendable, pues, poner un fondo de pantalla negro y escoger
el diseño oscuro de todas tus aplicaciones habituales. Algunos teléfonos
con esta tecnología son los Samsung Galaxy S y S2 o el Nokia N8.
En cambio, con las LCD sucede todo lo contrario, ya
que estas consumen más con las imágenes oscuras, aunque en este caso la
diferencia no es mucha. Tenlo en cuenta pues, y elige en este caso los
diseños más claros para tus aplicaciones. Los iPhone, el HTC Sensation o el LG Optimus Black, son ejemplos conocidos que usan pantallas de este tipo.
Verifica de qué tipo es tu pantalla, y actúa en consecuencia.
9. ¡Actualiza, actualiza!
Procura tener tu sistema operativo siempre actualizado a la última
versión, ya que seguramente corrija errores de calibración de batería y
mejoren su rendimiento general. En el caso de Android, se nota mucho la
mejora entre la versión 2.2 y la 2.3, al igual que la hay entre iOS 4.3 y
4.3.1.
De esta misma forma, actualiza las versiones de tus aplicaciones siempre que te sea posible.
Pero fíjate siempre en los comentarios de los usuarios, hay ocasiones
que una actualización empeora el funcionamiento de una aplicación, y
seguro que hay alguien que se ha percatado antes que tú.
De la misma forma, desinstala todas las aplicaciones que ya no utilices.
¿Para qué quieres tener en tu móvil cinco aplicaciones distintas para
tu cronología de Twitter? Seguramente la mayoría se abren cuando
enciendes el teléfono y consumen de forma totalmente innecesaria.
10. Consejos de carga y descarga
Los primeros móviles funcionaban gracias a baterías de níquel, pero
los más modernos funcionan gracias a baterías de iones de litio. A tener
en cuenta:
- El primer ciclo de carga es exactamente igual que cualquier otro, no le des más importancia.
- No esperes a que la batería se descargue para cargarla. ¡Carga siempre que puedas!
- No es necesario que apagues el teléfono para cargarlo. No tiene ningún efecto.
- Usa siempre el cargador de tu teléfono. Otros cargadores no oficiales tal vez usen otros amperajes y pueden estropearnos la batería.
- No cargues tu teléfono conectándolo con el cable USB al PC. No carga tan bien, y reduce la vida útil de la batería. Los PC no tienen potencia suficiente para cargar de forma adecuada tu teléfono, y solo el cargador oficial de la marca te asegura que está hecho para cargar esa batería.
11. Usa aplicaciones para mejorar la batería
- Android: hay opciones tan interesantes como Juice Defender o Juice Plotter.
- Symbian: recomendamos Battery Extender.
- iPhone: conoce el estado de tu batería con Batería Gratis.
- BlackBerry: controla como se comporta tu batería con Battery Booster.
¿Tú también sufres por la batería de tu móvil? ¿Qué soluciones nos propones para mejorar su rendimiento?
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