A principios de 2011, la guerra entre los navegadores
estaba al rojo vivo. Muchos usuarios defendían fervientemente sus
respectivas opciones, aunque otros todavía se resistían al cambio y
apostaban por Internet
Explorer 6, el navegador que venía por defecto en sus
antiguos ordenadores.
Incluso desde Microsoft se hizo
campaña para extinguir IE6. Esta cuenta atrás nos
dejó al amparo de alternativas como IE9,
Firefox, Opera o Google Chrome.
Sin embargo, un grupo de usuarios, ajenos a esta ola de cambio,
decidieron aislarse en un territorio virgen donde disfrutar de su
vetusto navegador.
Nuestro equipo de antropólogos ha descubierto su
paradero: acompáñanos en este viaje por un territorio inhóspito donde
términos como HTML5 o “pestañas” son
considerados poco menos que brujería.
Un recibimiento hostil
Pocos minutos después de llegar a esta tierra dejada de la mano de
los estándares web, nos recibió una comitiva poco amistosa.
Fue entonces cuando descubrimos que el aislamiento y el uso de un
navegador desfasado había hecho mella en su modo de vida.
Debido a que Internet Explorer 6 carece de pestañas,
ya que fueron implementadas en la siguiente versión, esta tribu se vio
obligada a aumentar la longitud de sus barras de tareas
hasta el punto de que muchas llegan a más de metro y medio de altura.
Estas barras son usadas ahora como armas arrojadizas contra aquellos que
puedan hacer peligrar su uso libre del navegador de Microsoft.
Tras revelarles nuestras intenciones amistosas y puramente
científicas, los nativos nos permitieron acceder a su pequeño refugio.
En constante amenaza
Al entrar al poblado de usuarios de Internet Explorer 6
comprendimos a qué se debía su actitud desconfiada. Los alrededores se
encontraban atestados por multitud de banners y pop-ups
voladores que amenazaban la libre navegación de la comunidad.
Muchos de estos usuarios nos comentaron que hacía mucho que
no recibían actualizaciones de seguridad, y que su navegador
era poco menos que un colador ante virus y troyanos. Es cierto que
Microsoft tuvo una actitud bastante pasiva en su momento respecto a los
parches, llegando a tardar meses en resolver agujeros
bastante evidentes. Esto ha cambiado en versiones posteriores de IE
que, no obstante, esta tribu no está dispuesta a probar.
En nuestro pack de supervivencia trajimos algunas soluciones de
emergencia como Adblock Plus
o Flashblock, que
amablemente ofrecimos a los indígenas. Sin embargo, ellos las
rechazaron, exponiendo como causa que su navegador no era
compatible con extensiones.
Los re-diseñadores: un oficio en extinción
Decidimos entrar en un cobertizo de gran tamaño y quedamos atónitos
con lo que allí descubrimos: un grupo de personas, que se hacían llamar “re-diseñadores”,
volvían a maquetar todas las webs para que se mostraran correctamente
en Internet Explorer 6.
Con el paso del tiempo, los navegadores modernos han ido adoptando
los estándares de la W3C,
así como también los diseñadores y sus páginas creadas. Esto ha
provocado que muchas webs aparezcan maquetadas de forma
incorrecta en Internet Explorer 6, obligando a sus usuarios más
extremos a tomar medidas.
A través de trucos y chapuzas varias, un re-diseñador es
capaz de servir entre tres y cinco webs por hora a los usuarios de esta
tribu, lo cual nos dejó claro que nadie en el poblado necesitaría una
conexión a Internet demasiado rápida…
La frustración de la caza
Al llegar la tarde, decidimos acompañar a una expedición
de fieles de Internet Explorer 6 a su habitual búsqueda de páginas y
descargas. Debido a que el navegador carece de una barra de
búsqueda propia, sus usuarios tienen que cazarlas con sus
propias manos.
Tras un par de horas, la tribu se hizo con varias descargas para su
navegador. Unas piezas de gran peso que, por desgracia, se escaparon por
el camino de vuelta al poblado. Y es que Internet Explorer 6 tampoco
tiene un gestor de descargas propio que permita, entre otras
cosas, pausar las descargas, haciendo necesaria la
instalación de programas complementarios como Orbit Downloader o Flashget.
El último susto lo recibimos cuando los propios nativos nos
confesaron que no sabían cómo volver al poblado. Parece ser que
intentaron averiguarlo a través de Google Maps,
pero ninguna de las aplicaciones del conocido buscador funciona
correctamente bajo IE6, por lo que tuvimos que seguir nuestro propio
rastro para volver sanos y salvos.
La despedida
El final de la jornada estaba cerca, así que decidimos volver
al campamento base para disfrutar de nuevo de nuestras
pestañas, nuestro gestor de descargas y de páginas web compatibles,
funcionales y bien diseñadas. Antes de irnos, por supuesto, dejamos como
regalo a los nativos algunos folletos sobre alternativas de
calidad a Internet Explorer 6.
- Internet Explorer 9, un digno sucesor que sorprende
- Mozilla Firefox 4, prometedor en su nueva versión a punto de salir
- Google Chrome 10, rapidísimo y con actualizaciones frecuentes
- Opera 11, pionero y revolucionario en cada nueva iteración
- Maxthon 3.0, con doble motor de renderizado e infinidad de funciones
También les ofrecimos información sobre algunas campañas para
la desaparición del vetusto navegador de Microsoft, esperando
que sus argumentos les convencieran:
Y tú, ¿te encuentras entre la tribu de usuarios de Internet
Explorer 6? Si es así, ¿qué razones te impiden llevar a cabo este
cambio?
No hay comentarios:
Publicar un comentario