Aunque la recarga de cartuchos tiene sus ventajas, sobre todo a nivel económico, no deja de ser una práctica riesgosa. Actualmente existen más empresas de las que se pueden imaginar que ofrecen este servicio. Para tener certeza de que el cartucho adquirido es original y sin haber sido recargado, existe un sello de calidad.
La técnica de reutilizar cartuchos ya usados de las impresoras, generalmente se debe al bajo costo que tiene su recarga. Sin embargo, hay que ser conscientes de que se corren algunos riesgos a la hora de tomar esta decisión, entre ellos, alterar el buen funcionamiento de la impresora.
Aunque sea indiscutiblemente más barato, la recarga de cartuchos de impresoras puede tener algunos aspectos negativos. El punto clave para que no haya ningún tipo de problemas es tener la certeza de que los cartuchos hayan sido recargados correctamente.
Verificarlo no es una tarea fácil, por lo tanto, es aconsejable recurrir a las indicaciones de profesionales que recargan cartuchos para evitar daños a la impresora.
Existe el riesgo también de que un cartucho recargado pierda tinta dentro de la impresora, por lo tanto, es importante verificar si eso no invalida la garantía del equipo.
La diferencia de precio es muy notoria. En muchos casos, el valor llega a ser hasta un 60% menos, sin embargo, la vida útil del cartucho recargado suele ser menor. Además, normalmente para competir por precio, la calidad de la tinta decae, por lo que la calidad de las impresiones disminuye también.
Los cartuchos originales son analizados y creados para funcionar perfectamente en el equipo correspondiente para poder garantizar toda la seguridad y el mejor funcionamiento. Aunque la diferencia se nota en el bolsillo, se corre el riesgo de tener que invertir mucho más dinero del que se ahorra para arreglar la impresora.
Pon en la balanza esta información que te dimos y decide tú si vale la pena el riesgo o no.
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