Hace unos años, iniciar sesión en Messenger te hacía sentir conectado. La ventana de aviso de "Fulanito ha iniciado sesión" relataba a los cuatro vientos que estabas disponible para chatear en la red de redes.
Entrar en Messenger hoy es como adentrarse en un pueblo fantasma.
Sólo se oye el retumbar de tus propios clics. Haces scroll y lo único
que ves son contactos desconectados desde hace meses o años.
¿Qué le ha pasado al Messenger de toda la vida?
1. La larga espera para ver algo nuevo
Messenger vio la luz hace 12 años.
En todo este tiempo vieron la luz el mismo número de versiones. Esto
supone un intervalo medio de un año entre cada actualización mayor.
Este periodo entre actualización y actualización se ha alargado
progresivamente. Desde la versión 8.0 a la 2009 pasaron casi 3 años, y
otros 2 más para saltar a la 2011.
¿Puede un programa sobrevivir tanto tiempo sin actualizar sus funciones, sólo con parches de seguridad?
Messenger no sería el primero
en lograr la supervivencia sin innovar, pero es más común ver este
fenónemno en programas más específicos que han llegado a su límite: Nero, que graba CD y DVD perfectamente desde la versión 6; ACDSee y otros visores de imágenes...
Sin embargo, Messenger dista mucho de ser perfecto.
En un campo como la mensajería instantánea siempre hay sitio para una
función más, una mejora, una novedad. Dejar un programa así estancado
durante años lo vuelve obsoleto y aburre a sus usuarios.
2. Novedades decepcionantes o irrelevantes
La nueva versión de MSN podría ser así
Esperar durante años para ver algo nuevo no es lo peor que le ha
pasado a Messenger. Además, con frecuencia, la espera no ha merecido la
pena.
Funciones interesantes que desaparecen, inestabilidad o diseños extravagantes son algunos de los problemas de los que los usuarios se han quejado al actualizar MSN.
¿Quién no recuerda los mensajes manuscritos? ¿Y mostrar la webcam? ¿Guardar tu lista de contactos? ¿Apodos? ¿”He salido a comer”?
Todas ellas son funciones que desaparecieron de la noche a la mañana.
3. Las redes sociales
Si hace 10 años te hubiera dicho que hoy en día tu lista de contactos
iba a estar casi desierta, probablemente no me habrías creído.
Entonces, casi todo el mundo usaba Messenger para comunicarse: era más
rápido que ICQ y más práctico que el IRC.
Hoy en día las redes sociales le han comido casi todo el terreno a la mensajería instantánea.
Ya no necesitas enviar las fotos de las vacaciones a tus amigos en el
MSN; pueden ver el álbum entero en Facebook. Tampoco necesitas decir que
te gusta la nueva foto de perfil de alguien, un clic al "Me gusta" y
listo.
Habrá quien eche de menos la conversación más privada e íntima del chat de Messenger,
pero lo cierto es que hoy en día estamos en contacto con tantas
personas que es imposible mantener este contacto frecuente del chat. ¿Te
imaginas tener que contar la misma anécdota a todos tus amigos uno a
uno? Bueno, hace unos años lo hacíamos...
Estas redes sociales incluyen además su propio servicio de chat, el cual es la puntilla final para el pobre Messenger. ¿Por qué usar un programa más si todos mis amigos están en Facebook?
4. Whatsapp: "No hay sitio para ti en los móviles, Messenger"
La llegada de Internet a los teléfonos y smartphones lo ha
revolucionado todo. Del lenguaje SMS y los mensajes de texto esporádicos
se ha pasado al chat en el móvil con Whatsapp, videollamadas...
Messenger ha llegado tarde y mal a los teléfonos.
Ahora dispone de versiones para Windows Phone, iPhone, Android, Nokia y
BlackBerry, pero la experiencia es totalmente distinta entre unas apps y
otras.
En Android, ni siquiera hay app oficial. En el resto de sistemas las apps tienen un diseño y funciones muy distintas.
Distintas versiones de MSN para distintos sistemas operativos: un caos
En algo sí coinciden: son apps muy básicas y que no
contemplan una de las funciones más interesantes de Messenger: las
llamadas de voz y vídeo. Bastante incomprensible, pues es algo que sí
hace Nimbuzz, por ejemplo.
5. La consecuencia de todo lo anterior: tus amigos ya no están ahí
Todos los puntos anteriores producen otro igual o más importante: tus
amigos ya no están conectados a Messenger tanto como antes. Han migrado
a las redes sociales, a Skype, a Whatsapp u otras aplicaciones y
servicios.
Aunque Messenger sigue siendo un programa con unas funciones muy
interesantes, ¿de qué te sirven si no hay nadie con quien usarlas?
Es el círculo vicioso que ha acabado con otras redes anteriores como
MySpace o ICQ: menos gente lo usa por lo que pierde el interés, por lo
que menos gente lo usa...
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