Sin embargo, sí es posible vivir sin antivirus. A
cambio de adquirir unos cuantos hábitos saludables, la necesidad de
tener un vigilante gastando los recursos de nuestro ordenador
desaparece. Y entonces el ordenador gana en velocidad y se evitan molestias mayores, como las falsas alarmas...
¿Por qué vivir sin antivirus? Más rendimiento y estabilidad.
Con la cantidad de antivirus gratuitos
que hay, el dinero ya no es un argumento de peso para renunciar a los
antivirus. En su lugar, quienes optan por usar Windows sin antivirus
esgrimen otras razones: velocidad y estabilidad.
La primera tiene que ver con el rendimiento. La mayoría de antivirus necesitan abundante memoria y potencia de cálculo para llevar a cabo su labor de vigilancia. En algunos casos, los consumos de memoria que pueden llegar a los 100 megabytes en reposo.
En esta gráfica, adaptada de un interesante artículo
de Raymond.CC, se puede apreciar el aumento del tiempo de arranque de
Windows. Aunque algunos estén muy optimizados, como el de Microsoft
Security Essentials, la mayoría añade entre 30 y 40 segundos al tiempo de arranque. Un tiempo que muchos consideran inaceptable.
En cuanto a la estabilidad, la presencia de un antivirus que controla archivos constantemente puede interferir con el funcionamiento de programas y videojuegos. Las falsas alarmas, que derivan del uso de heurísticas agresivas, confunden al usuario y pueden llevar a eventos tan desastrosos como el borrado de archivos de sistema.
¿Son útiles los antivirus? Sí, pero no sustituyen al sentido común.
Añadamos a los dos primeros un tercer factor: que los virus han cambiado y ya no intentan borrar archivos o causar pánico, sino que se presentan como programas legítimos y engañan al usuario en redes sociales. Los autores de virus actuales prefieren ganar dinero y ganarse la confianza del usuario en lugar de destrozar su ordenador.
En el caso de los ataques de día cero, la eficacia de los mejores antivirus baja más de la mitad. La gráfica siguiente, publicada por el experto en seguridad Brian Krebs en su blog, muestra la tasa de bloqueo de los diez mejores antivirus ante una amenaza desconocida. ¿El resultado? La mayoría de antivirus tardan dos días en reaccionar.
Solo al cabo de 48 horas el nuevo virus empieza a ser bloqueado por todos (gráfica de NSS Labs)
Si piensas, pues, que un antivirus te protegerá al 100%, vamos a tener que darte una mala noticia: ningún antivirus garantiza una protección completa. Siempre habrá virus que consigan burlar a las técnicas de detección más sofisticadas. Alfred Huger, el presidente de Immunet, resume la situación con una excelente metáfora:
La gente debe entender que un antivirus se parece más a un cinturón de seguridad que a un coche blindado: puede que en un accidente te salve la vida, pero puede que no. Hay cosas que puedes hacer en primer lugar para asegurarte de que no tendrás un accidente, y son esos los sitios en los que debes poner toda tu atención.
Los antivirus son, pues, un magnífico ayudante a la hora de mantener a
salvo el sistema, pero no un remedio infalible. Como ya dijimos en otro artículo, el mejor antivirus que existe es nuestro cerebro. O por decirlo como Krebs, ningún antivirus puede sustituir el sentido común.
Kit de supervivencia para el PC sin antivirus
Antes de quitar el antivirus, será mejor que dotes a tu ordenador de
todo lo necesario para evitar infecciones fáciles. Nosotros te sugerimos
el siguiente menú, compuesto por estos ingredientes:
- Un navegador seguro. Google Chrome, por ejemplo, abre las páginas en un área aislada llamada sandbox, evitando así que sus contenidos puedan franquear la frontera de Internet y atacar Windows.
- Un sandbox. Sandboxie y BufferZone permiten ejecutar programas en un espacio de memoria separado del normal. Así, si no estás seguro acerca de la peligrosidad de un archivo, puedes meterlo en una jaula.
- Una máquina virtual. La alternativa a usar un sandbox es ejecutar los programas sospechosos en una máquina virtual, esto es, un PC dentro de tu PC. También puedes usarla para navegar o bajar archivos.
- Un antivirus bajo demanda. Para no sobrecargar al sistema, puedes analizar los archivos con un antivirus, como ClamWin, que solo escanea cuando tú se lo pidas. ¿Otra opción? Analizarlo en Internet.
- El cortafuegos de Windows. Más que suficiente para rechazar la mayoría de intentos de agresión desde el exterior. Para tener un mayor control sobre el mismo, instala Windows Firewall Notifier.
- Las utilidades Sysinternals. Programas como Process Explorer, RootkitRevealer o TCPView te ayudarán a descubrir si está pasando algo raro en el sistema. Como alternativa, tienes las de Nirsoft.
- Un antivirus en CD. Para esos escaneos mensuales o que puedes hacer sin instalar nada en el disco duro.
- Un gestor de contraseñas. Indispensable para tener a buen recaudo los datos más sensibles de tu ordenador, que pueden ser presa fácil de ladrones de datos e intentos de phishing.
Cómo deshacerte del antivirus
Si has decidido renunciar al antivirus, un tipo de programa particularmente duro de quitar, desinstálalo con AV Uninstall Tools Pack o AppRemover.
Si el Centro de actividades de Windows te diese la tabarra con que no
hay antivirus instalados, siléncialo haciendo clic en "Desactivar
mensajes sobre protección antivirus":
El secreto está en la disciplina: consejos prácticos
Las utilidades que hemos recomendado tampoco son suficientes para
evitar problemas de seguridad. Hace falta un último toque, el sentido
común. He aquí nuestro listado de recomendaciones:
- Usa Windows como usuario normal (no como Administrador). Así evitarás que un programa tenga vía libre para dañar el sistema. Es lo que hace que Linux y Mac OS X sean sistemas intrínsecamente más seguros.
- Actualiza Windows regularmente y parchea las vulnerabilidades de las aplicaciones que usas más a menudo. Con Secunia PSI puedes averiguar fácilmente cuáles de tus programas necesitan un parcheo urgente.
- Protege tu red inalámbrica frente a intrusiones y conéctate a través de un router multipuesto, que actuará de muro entre Internet y tu red doméstica. Si necesitases abrir puertos, usa Simple Port Forwarding.
- Descarga solo desde páginas fiables, como portales de software y tiendas de aplicaciones. Nosotros, por ejemplo, escaneamos por ti todos los archivos con 30 antivirus distintos.
- Piénsatelo dos veces antes de instalar un programa o abrir un archivo cuya procedencia desconoces. Lo mismo vale para adjuntos del correo electrónico o archivos que te pasen por mensajería instantánea.
- Crea una partición separada para almacenar tus documentos y datos sensibles (aquí te explicamos cómo). Si puedes complementarla con una unidad cifrada, mejor que mejor.
- Ten cuidado con lo que buscas en Internet. Aunque la mayoría de navegadores ya ponen sobre la pista de páginas potencialmente maliciosas, no está de más usar extensiones como WOT o sitios como Norton SafeWeb.
Pero, a ver... ¿entonces recomiendas no usar antivirus? ¿En serio?
No. Lo que este artículo pretende es que descubras que los antivirus,
aun siendo útiles, no son la panacea, y que la protección está sobre
todo en tus manos. El uso que hagas de esta información depende de tu
nivel de habilidad con los ordenadores. La elección es tuya.
- Si eres un usuario avanzado puedes dejar de usar el antivirus y seguir los consejos arriba mencionados
- Si prefieres usar el antivirus, seguir las recomendaciones del artículo aumentará la seguridad de Windows
¿Qué prefieres, usar Windows con o sin antivirus?
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