Cuando nos poníamos nostálgicos
en el siglo XX, ¿qué hacíamos? Hojeábamos viejos álbumes de fotos,
poníamos vinilos o abríamos el baúl de los juguetes. Los recuerdos
manaban copiosamente de aquellos objetos polvorientos.
En el siglo XXI, la nostalgia ha tomado otras formas. Ahora que
pasamos gran parte de nuestra vida conectados a Internet, las páginas
que visitamos son recuerdos tan poderosos como las reliquias mejor conservadas.
Súbete con nosotros en la máquina del tiempo, vamos a llevarte de vuelta a los albores de la Web. Corría el año 1997, Google aún no existía y Softonic acababa de nacer...
¿Por qué 1997?
Las primeras páginas web aparecieron alrededor de 1991. A finales de 1994 ya había unas 10.000,
pero la Web seguía siendo poco más que un experimento. Hicieron falta
un par de años más para que la Web despegara definitivamente.
1997 representa la edad de oro de la Web hecha a mano. Los directorios de páginas web, como About.com y Yahoo!, triunfaban. Las páginas personales se hospedaban en GeoCities, AngelFire o Tripod. Había que actualizarlas a mano o editarlas con FrontPage o Composer.
Para buscar algo, en lugar de Google, usábamos Excite, InfoSeek y Altavista. En español, los buscadores más conocidos eran Dónde, Olé y Ozú.
A medio camino entre los directorios y los buscadores, la eficacia de
estos buscadores era muy limitada; había que recurrir a más de uno.
Cómo navegábamos en 1997
Comparada con la actual, la tecnología web de 1997 era muy básica,
aunque ya tenía todo lo esencial para mostrar contenido en Internet. Los
estándares HTML y CSS ya existían, y Macromedia acababa de lanzar Flash
Player 2.0. Había incluso quien se atrevía con VRML, el estándar para la Realidad Virtual en la Web.
Una página VRML en Netscape, ¡el no va más!
Los navegadores web principales, Netscape Communicator e Internet Explorer se hallaban enzarzados en la primera guerra de los navegadores. Algunas páginas solo se veían bien en uno de los navegadores.
¿Cómo nos conectábamos?
Los que tenían suerte navegaban sin límites desde las universidades e
instituciones públicas. El resto de usuarios debíamos pagar por una
conexión telefónica. En España, el ADSL aún no había llegado, y la Tarifa Plana, tampoco.
* Suspiro * Vamos a navegar...
¿Qué se hacía en la Web en 1997?
En la edad de oro de la Web todo parecía maravillosamente moderno,
pero lo que podía hacerse era más bien poco: navegar, hacer clic en
enlaces y, con suerte, ver un vídeo diminuto durante algunos segundos.
Para que te hagas una idea de las diferencias entre 1997 y hoy, mira esta tabla de equivalencias:
La Web de 1997 era tan inocente como un pueblo pequeño. La privacidad
era la última de las preocupaciones. Sin Google, ya era bastante
difícil que alguien encontrara tu página web, alojada en uno de los
muchos vecindarios de GeoCities. Pero nos encantaba; era nuestro pequeño
poblado virtual, donde todos nos conocíamos y la vida transcurría
tranquila.
GeoCities y sus barrios, el poblado virtual en el que víviamos en 1997
¿Y el contenido?
Era poco pero de calidad. Los blogs todavía eran un sueño, así que
para crear y editar páginas web había que armarse de paciencia y
escribir código HTML en el Bloc de notas (o usar Netscape Composer,
FrontPage Express y Adobe PageMill). Los estándares web, en aquella
época, eran una preocupación prácticamente inexistente: lo importante
era publicar como fuese.
Netscape Composer, uno de los primeros editores Web visuales
Diez cosas típicas de las páginas web en 1997
Si navegaste durante los años 90 o creaste tu propia página personal,
seguro que recordarás qué aspecto tenían. Para ayudarte a hacer
memoria, hemos recopilado los diez signos típicos de una página
"noventera":
- GIF Animados No podían faltar. Al añadir un GIF animado estábamos dando vida a la página web. ¿Los más célebres? La arroba dando vueltas, el obrero comiendo el bocadillo y el bebé danzante de Ally McBeal.
- Canciones MIDI incrustadas Las canciones que se reproducían nada más entrar en la página eran el golpe de gracia. Después de minutos cargando imágenes y fondos, el MIDI bajaba como una guillotina, dispuesto a colgar el navegador en el acto.
- Las imágenes rotas
¿Cómo sabíamos que una imagen no se había cargado? Gracias al icono de
imagen rota. Era un elemento tan habitual que seguimos asociándolo a las
páginas web de los noventa.
- Fondos psicodélicos Las primeras páginas web tenían un fondo gris o blanco muy práctico pero aburrido. En cuanto la gente aprendió a ponerle fondo a sus páginas, empezó la hecatombe de los fondos raros, como este de estrellitas, muy apropiado para páginas de ovnis estilo Expediente-X:
- Diseño con tablas Las tablas HTML habían sido diseñadas para mostrar datos en filas y columnas, no para maquetar páginas web. La falta de conocimientos y el poco arraigo del estándar CSS provocó que la mayoría de diseños usaran tablas, lo que generaba páginas más grandes, menos accesibles y más difíciles de actualizar.
- Contadores de visitas En la soledad de la Web de 1997, saber que alguien había visitado nuestra página era todo un consuelo. Pasábamos horas pegados a la pantalla esperando que el contador subiese en una o dos visitas. Un motivo tan bueno como cualquier otro para festejar con vino espumoso, ¿no?
- Comic Sans "Vamos a ser graciosos: usemos Comic Sans", pensaron muchos diseñadores noveles por aquel entonces. El abuso de la simpática fuente de Microsoft acabó por convertirla en la tipografía más odiada de la historia, hasta el punto de que existe incluso una plataforma condenando su uso: BanComicSans.com
- Los botones "Se ve mejor con" La guerra de los navegadores exigía que las webs tomaran partido por una u otra tecnología. O por ambas. Las Web se llenó así de botoncitos que declaraban la compatibilidad de la página con el navegador de turno. Los animados eran más bonitos, claro.
- Sección "Qué hay de nuevo" Cada actualización de página era manual: costaba mucho tiempo y esfuerzo. Para que resaltase más, las páginas añadían una sección "What's New" o "Qué hay de nuevo" en la que el autor comentaba cuáles eran las últimas novedades con respecto a la versión anterior.
- La infame etiqueta No podíamos terminar sin hablar de , la etiqueta HTML más infame que haya existido nunca.
Quedan cada vez menos páginas web que lleven sin actualizarse desde mediados de los años noventa. Tras el cierre de GeoCities muchas desaparecieron para siempre, pero, con una simple búsqueda en Google, todavía es posible dar con ejemplares interesantes de la época. Otro magnífico museo de páginas web es Archive.org.
The World's Worst Website Ever es una página que resume lo peor del diseño web de esos años
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