El
disco duro hace ruidos extraños, Windows se comporta de forma errática,
los bloqueos son constantes y tus documentos desaparecen: No es el
argumento de una película de terror, sino algo mucho peor, la crónica
de una pérdida de datos.
En estos casos, lo común es dejar que el pánico se apodere de tu
cuerpo y tomar unas medidas que no siempre serán las correctas. Hemos
recopilado 6 recomendaciones para que la pérdida de datos no te suponga
un trauma.
1. Que no cunda el pánico
No
dejes que el pánico te nuble la vista. Si has perdido datos, quizá se
puedan recuperar, o quizá no. El éxito dependerá de factores técnicos y
en ningún caso montar un numerito te va a ayudar a traer a tus archivos
de vuelta desde el más allá.
Conserva la calma y ten en cuenta los siguientes puntos.
2. Analiza la situación
¿Por qué está pasando esto? Intenta obtener algunas pistas del porqué de
la pérdida de datos. Por ejemplo, si sucedió por un apagado del sistema
repentino, en un intento de modificar las particiones o por error,
podrás seguir utilizando dicho disco duro.
Sin embargo, si es un disco duro muy viejo o ha sido golpeado,
entonces los daños serán físicos y, una vez hayas salvado el máximo
posible, deberás pasarlos a otro disco duro para evitar que pierdas los
datos de nuevo.
Hace un tiempo escribimos un completo artículo al respecto que te será de mucha utilidad.
3. No escribas nada en el disco
Una
regla de oro es nunca, bajo ningún concepto, escribas nada en el disco
duro en el que estás intentando recuperar los archivos. En la mayoría
de los casos, tras perder un archivo, este no está borrado físicamente:
sigue allí, en algún lugar de tu disco duro, y sólo necesitas un
software capaz de encontrarlo y devolverlo a la vida.
Sin embargo, cada vez que grabas un archivo nuevo, podrías estar escribiendo justo encima de ese archivo que estás intentando recuperar,
haciéndolo irrecuperable. Instala las herramientas de recuperación en
otro disco duro o una unidad USB, nunca en el disco, y nunca recuperes
los archivos en el mismo disco del que los estás recuperando.
4. Encuentra las herramientas adecuadas
Una
vez sabes a qué te estás enfrentando, obtén las herramientas adecuadas
para cada caso. Para recuperación de archivos sueltos, Recuva (también portable) y DiskDigger se encuentran en el campo de los gratuitos, y GetDataBack para NTFS (y FAT) son los más conocidos de entre los de pago.
La recuperación de datos desde CD y Blu-Ray es la especialidad de CD Recovery Toolbox Free, y para particiones completas dispones de MiniTool Partition Recovery y Partition Find and Mount, gratuitos, o la potencia de Partition Table Doctor, de pago.
5. No te rindas
¿El
primer intento no ha sido satisfactorio? ¿Después de finalizar un
análisis de varias horas, el programa no ha encontrado nada para
recuperar?
No te rindas, son muchos los programas de recuperación,
y sucede con frecuencia que uno es incapaz de encontrar nada y el
siguiente lo recupera sin problemas. Hasta que no hayas probado unos
cuantos distintos, sigue probando distintas herramientas y métodos.
6. La seguridad, lo primero
¿Así
que tu perseverancia te ha llevado a recuperar tus archivos?
Enhorabuena, pero no es el momento de dormirse en los laureles.
Si tu disco duro está dañado, compra uno nuevo y reemplázalo,
mientras que si los cortes de corriente son frecuentes quizá debas
plantearte comprar un SAI. En cualquier caso, la mejor cura es la prevención, y tomar como costumbre hacer copias de seguridad de tus documentos más importantes es siempre una buena idea.
Más información sobre el tema
- Doctor ¿qué le pasa a mi disco duro?
- Cómo crear un punto de restauración
- Particiona tu disco duro
- Mantén tus archivos a salvo en caso de que tengas que reinstalar Windows
¿Te has enfrentado alguna vez a la pérdida de datos? ¿Qué programas utilizaste?
Es blog muy interesante...la verda que esta buena la info
ResponderEliminarde nada poco poco iremos agregando mas
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